domingo, 5 de agosto de 2018

El río Pesquería

Antonio Guerrero Aguilar/

Hablar del río Pesquería, nos refiere de igual forma a dos municipios y a muchos pueblos que se fundaron junto al mismo. De acuerdo al ilustre médico José Eleuterio González Gonzalitos el río nace en un lugar llamado San Lucas en Coahuila y de ahí recorre parte de Ramos Arizpe, para entrar al territorio de Nuevo León. En 1873 tenía un caudal de tres bueyes de agua, equivalente a 24 mil 400 litros de agua. Conviene precisar que San Lucas era un pueblo situado entre lo que actualmente es la carretera de peaje Ramos Arizpe-Los Chorros y el aeropuerto internacional Plan de Guadalupe, por lo que se alimenta de los escurrimientos que bajan de San José de los Nuncio, San Gregorio, Ojo Caliente e Higueras pertenecientes a Ramos Arizpe.

En cambio La Reseña Geográfica y Estadística de Nuevo León publicada en 1910, señala que su origen está en la sierra de Nacataz, a cuatro kilómetros de la cabecera municipal de Villa de García y que ahí se nutre con el agua de otras vertientes que bajan del cañón de Cortinas en Santa Catarina, la cual atraviesa Rinconada, los Fierros y Maravillas,  a las que se les une el caudal  del río Chiquito, también conocido como arroyo de los Muertos, cercano a la cuesta del mismo nombre. Para los vecinos de aquellos rumbos, el primigenio manantial estuvo en Ojo Caliente, a la vera de la carretera Monterrey-Saltillo casi en los límites entre los dos Estados.

Este río ha recibido varios nombres a lo largo de su historia, según las tierras por las que pasa: de Pesquería Grande, de Pesquería, del Capadero y el río Viejo. Muchos relacionan el nombre de Pesquería por la abundancia de peces, pero existe la posibilidad de que lo nombren así, debido a la captura o pesca de indios para venderlos como mano de obra en las minas de Mazapil, Zacatecas y Parral. De acuerdo a los testimonios de la época de aquellos que lo conocieron, se quejaban de que el agua del río era muy gruesa y mantenía considerables concentraciones de sal, lo cual impedía la existencia de peces y de especies vegetales en su cauce como en sus lados. Alonso de León escribió al respecto: los ríos son claros, el agua buena, sin color ni olor… Corren siempre por piedras con rápido curso; son de mucha frescura; poblados de arboledas, sabinos, sauces, álamo y otros muchos géneros; excepto los dos que llaman Pesquería Grande y Chica, que es agua salobre y carecen de todo lo que arriba está dicho. Tranquilo en tiempos de sequía, como temible cuando se presentaban las lluvias torrenciales. El mismo cronista refiere que en septiembre de 1636, el río Pesquería sacó de su ribera una hacienda que trabajaba la plata y aunque no hubo pérdidas humanas, si las hubo materiales.

El río Pesquería le dio nombre a dos municipios y que para diferenciarlos, a uno le llamaron Pesquería Grande y al otro Pesquería Chica. En 1583 Manuel de Mederos recibió tierras para establecer una estancia, que con el tiempo se convirtió en la hacienda de San Juan Bautista de la Pesquería Grande, propiedad de Gonzalo Fernández de Castro y Jacinto García de Sepúlveda cuando Martín de Zavala entró a gobernar el Reino en 1626.

La hacienda se convirtió en Valle y con esa categoría mantuvo el nombre de Pesquería Grande hasta 1851, debido a la decisión del gobernador Agapito García, que le impuso el nombre de García en honor a don Joaquín García, ilustre vecino del lugar que llegó a ocupar primero la alcaldía de Santa Catarina en 1820 y luego la gubernatura de Nuevo León en varias ocasiones. Mientras que el actual municipio de Pesquería surgió como hacienda con la advocación del Espíritu Santo de la Pesquería Chica el 28 de febrero de 1669, al amparo del capitán Francisco de la Garza Falcón, quien se casó con una nieta de don Gonzalo Fernández llamada Leonor de Sepúlveda y Rentería. Convertida en municipalidad de Pesquería Chica en 1844. Pero a mediados del siglo XX, cierto alcalde le quitó la Chica, porque decía que el nombre le reducía su status histórico y geográfico.

En la Pesquería Grande, allá en el cañón de Nacataz, están los vertederos de agua que la conducen por un funcional sistema de acequias y canales que aún mantienen muchas quintas y huertas en el casco viejo de García. Lamentablemente, permitieron que unos balnearios se asentaron cerca de su cauce, recortando los niveles del agua rodada. Río abajo, en la hacienda San José se le une el arroyo Pedregoso, que viene de la sierra del Fraile. Entra a territorio de General Escobedo y después pasa por Santa Rosa, Apodaca y Agua Fría. Adelante de Santa Rosa se le suma el arroyo de Apodaca que a su vez viene de la sierra de las Mitras. Ingresa a General Zuazua y más adelante sirve como línea divisoria entre Marín y Pesquería. Cruza por la hacienda de Zacatecas y en el rancho de las Adjuntas se le une el río Salinas. Atraviesa Los Ramones, en donde se le añaden afluentes que bajan de las sierras de Picachos como de Papagayos.

El río Salinas nace en General Cepeda, Coahuila. Continúa al Este hasta ingresar a Nuevo León en Icamole, ahí donde precisamente nace el valle de las Salinas. Forma parte del paisaje de los municipios de Mina, Hidalgo, Abasolo, El Carmen, Salinas Victoria, Ciénega de Flores, Zuazua y Marín. En 1910, su caudal comprendía hasta siete bueyes equivalente a 64 mil litros de agua aproximadamente. En la época colonial al río Salinas también se le llamó río de los Cuanaales en honor a una nación india que predominaba en la región.

En China, el afluente recibe el torrente del arroyo el Ayancual que viene desde el norte de Monterrey conocido como de la Talaverna y que recoge a su vez corrientes de San Nicolás, Guadalupe, Doctor González y parte de Ramones. También recibe el nombre de arroyo de las Salinillas, nutrido por algunos riachuelos que vienen de la sierra de Papagayos. Pasa por Los Herreras y en el rancho de las Mujeres de Los Aldamas, se junta al río San Juan. Todos los arroyos con corrientes intermitentes.

Gonzalitos estimaba la longitud del río Pesquería desde García hasta Pesquería en 122 kilómetros y de ahí hasta su junta con el San Juan en Los Aldama, en poco menos de 115 kilómetros. Para captar las aguas del Pesquería, los antiguos pobladores levantaron tres represas, una en Icamole, otra en García y un bordo conocido como de Cristaloza, situado al norte de la cabecera. Paradójicamente, aunque García cuenta con muchos arroyos y dos ríos de considerable importancia, siempre ha batallado con el suministro del vital líquido.  En la década de 1870 se llevaba el agua potable desde el paraje conocido como El Volcán hasta la cabecera municipal. Las acequias atravesaban las calles, provocando a veces inundaciones, por lo que el cabildo solicitó en 1879 que se construyeran en los patios de las propiedades. Ese año, los accionistas decidieron donar agua para los servicios del municipio y satisfacer las necesidades de la población. Por ello, a partir de la década de 1990 la compañía de Agua y Drenaje estableció un sistema para dotar de agua potable a García. Hasta el 2010, los únicos municipios de Nuevo León que carecían de sistema de agua potable, eran precisamente Los Ramones y los Herreras.

Como hemos visto, el río Pesquería y su tributario el Salinas hicieron posible que las antiguas haciendas situadas en los actuales municipios de García, Mina, Hidalgo, Abasolo, El Carmen, Salinas Victoria, General Escobedo, Apodaca, General Zuazua, Marín, Pesquería, Los Ramones, China y Los Aldamas florecieran como centros agropecuarios de singular importancia. Pero también todos esos municipios son muy buenos para la cría de ganado mayor y menor pues sus suelos concentran cantidades de sal, de ahí que durante la época colonial se le llamara valle de las Salinas.

En 1942 se instaló una empresa dedicada a la explotación de los yacimientos de sal en García, especialmente destinada a la producción del vidrio, pues como todos sabemos, del cloruro de sodio de la región y de la arena silica que extraen en Lampazos, son las materias primas para su fabricación. Se hicieron perforaciones para sacar la sal inyectando altas presiones el agua del Pesquería. Lamentablemente este río se contaminó por ese proceso, aunado al establecimiento de fábricas que manejan químicos altamente peligrosos, a tal grado de que la mayoría de sus especies y plantas nativas además de la agricultura desaparecieron.

El tramo correspondiente entre villa de García, Escobedo, Apodaca, Zuazua y Pesquería han sido testigos de la trasformación del río, de ambientes netamente agrícolas a lugares densamente poblados en los que predominan los asentamientos irregulares a partir de 1980. Y recientemente todo el sector se colocó en los primeros lugares de ultracrecimiento. Y que junto con su hermano el Santa Catarina, han ocasionado inundaciones y destrozos a los municipios por los que pasan. Pero lamentablemente, tiene el cauce más contaminado y sucio de Nuevo León.

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Santa Catarina, Nuevo León, Mexico