domingo, 2 de septiembre de 2018

El corrido del Siete Leguas, ¿un caballo o una yegua?


Antonio Guerrero Aguilar/

El general Francisco Villa era un hombre de a caballo como se dice regularmente. Bueno, no necesariamente. Dicen que mientras realizaba una campaña por los rumbos de la región lagunera perteneciente a Durango y al sur de Chihuahua, se movía en una yegua de fina estampa, una cría de pura sangre árabe a la que llamaban La Muñeca.


Cuentan que Villa y sus hombres estaban por el Valle de Allende, Chihuahua. Se bañaban en el río cuando fueron avisarle que se acercaba un contingente de caballería para apresarlo. Villa montó en La Muñeca y huyó para evitar a sus captores. En el trayecto una patrulla le marcó el alto. El jefe revolucionario no tenía la intención de detenerse, entonces un oficial se le paró en frente con su carabina en los brazos, con la intención de que ahí mismo se entregara, pero fue arrollado por el Centauro del Norte. Cuando llegó a una fábrica llamada Talamantes, un empleado de nombre Antonio García le dio oportunidad de quedarse ahí mientras pasaba el mal rato.

Villa al desmontar, se dio cuenta que La Muñeca tenía todo el pecho manchado de sangre. El oficial le disparó a Villa, pero el tiro impactó a la noble yegua que siguió a todo galope por unas siete leguas, más o menos unos 35 kilómetros. Afortunadamente el proyectil salió y la potranca no sufrió daños y la pudieron salvar. A partir de ahí Villa le llamó “la Siete leguas”. 

Después de la muerte de Carranza, Villa se rindió al supremo gobierno el 28 de julio de 1920 en Sabinas, Coahuila. Como una gentileza y buena disponibilidad, se la regaló al presidente Adolfo de la Huerta. Tiempo después el general Lázaro Cárdenas conoció a “la Siete leguas” y don Adolfo se la obsequió. La Muñeca vivió por muchos años en una caballeriza del general Cárdenas que ocupó la presidencia entre 1934 y 1940.
   
En honor a aquella jaca se compuso el famoso corrido del Siete Leguas, cuya estrofa  nos habla del mejor caballo que Villa tenía para sus campañas. Una legua mide 5.5 kilómetros. Cada montura podía recorrer una jornada; es decir, en un día se podían alcanzar entre 25 y 30 kilómetros. De ahí que se establecieran estancias, valles, hacienda y pueblos cada 25 o 30 kilómetros, para que se pudieran comunicar sin tantos problemas. Si un jinete recorría más de esa distancia en un día, ponía en riesgo al animal.

Aparentemente el corrido pertenece a la autoría de Graciela Olmos, mejor conocida como "La bandida". Consta de cinco estrofas con seis líneas cada uno. En la primera nos presenta las cualidades del caballo y por eso Villa lo quería, pues estaba acostumbrado a recorrer grandes distancias para realizar sus campañas:
Siete leguas, el caballo
que Villa más estimaba,
cuando oía silbar los trenes,
se paraba y relinchaba;
Siete leguas, el caballo
que Villa más estimaba.

En la segunda estrofa nos habla del paso de la famosa División del Norte por los lugares en donde fueron devastados por las tropas obregonistas. A decir verdad, Villa no quiso escuchar a Felipe Ángeles de que huyeran hacia el norte para hacerle frente a las tropas comandadas por Obregón, que no conocían los campos de batalla en donde los villistas asentaron sus reales y sus dominios. En la estación cantaban Los Horizontes, aparentemente era un conjunto musical de la época. La División del Norte estaba compuesta por brigadas al mando de los generales más leales a Villa, una de ellas era la Bracamontes al mando del general Pedro F. Bracamontes, cuyo arrojo y poder se basaban en las famosas cargas de caballería sobre el enemigo:
En la estación de Irapuato
cantaban Los Horizontes.
Allí combatió formal
la brigada Bracamontes.
En la estación de Irapuato
cantaban Los Horizontes

La Revolución Mexicana se hizo a caballo y en caballo de acero, como le decían los amerindios que poblaban las extensas regiones del suroeste norteamericano al ferrocarril. Además de dar ánimo, los jefes convocaban a la lucha:
Como a las tres de la tarde
silbó la locomotora
¡Arriba! ¡Arriba muchachos!
¡Pongan la ametralladora!
Como a las tres de la tarde
silbó la locomotora.

Seguramente a Villa le dolió la derrota de su famosa y otrora invencible División del Norte, que con ella asedió y tomó Ciudad Juárez, Chihuahua, Zacatecas, Torreón y un poblado mítico de Ramos Arizpe, Coahuila, llamado Paredón, lugar en donde convergen las vías de ferrocarril Saltillo-Piedras Negras y Tampico-Monterrey-Torreón, lo cual le permitió hacerse del control del noreste mexicano. La toma de Paredón ocurrió el 17 de mayo de 1914, después de que habían tomado Torreón y Saltillo. Aún no había distanciamiento entre Villa y Carranza:
Oye, tú, Francisco Villa,
que dice tu corazón.
¿Ya no te acuerdas, valiente,
cuando tomaste Torreón?
¿Ya no te acuerdas, valiente,
que tomaste Paredón?


La catedral de Chihuahua, es un monumento histórico de la ciudad que fue fundada en 1709. Sede de la Comandancia Militar de las Provincias Internas, fue testigo de los juicios sumarios y de las ejecuciones de los ilustres insurgentes en el verano de 1811 y escenario de las acciones guerreras de Villa y Pascual Orozco para apoyar al Plan de San Luis que dieron origen a la Revolución Mexicana en 1910. En éste estrofa se ensalza la figura de Villa, el único mexicano que se atrevió a atacar a los Estados Unidos, en un poblado de nombre Columbus, Nuevo México y que en éstos momentos difíciles, muchos mexicanos sentencian de que Pancho Villa viviera nuestro país no estuviera así:
Adiós, torres de Chihuahua;
adiós, torres de Cantera.
¡Ya llegó Francisco Villa
a quitarles lo pantera!
¡Ya llegó Francisco Villa
a devolver la frontera!

Entonces Villa montaba una yegua no un caballo. En esa simbiosis surgió la figura mítica del Centauro, mitad hombre y mitad caballo. Quería a La Muñeca porque le salvó la vida y tenía la cualidad de recorrer poco más de una jornada, es decir, unas siete leguas. Y a lo mejor porque también le gustaba coleccionar mujeres. Tantas cosas que se pueden hablar de Villa y de su heroica División del Norte.

3 comentarios:

  1. Que interesante y a veces escucha una el corrido pero no pone atención en todo lo que cuenta. Gracias. Bendiciones en el nombre de Jesucristo. Maestro Antonio Guerrero Aguilar.

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  2. Que hermosa narración, me encantó. Estoy en Garcia Nuevo León soy sobrino de la Profesora Oralia Gomez Obregón, quien dedicó muchos años de su vida a educar niños en Santa Catarina. Lo felicito maestro y siganos deleitando con sus investigaciónes. Dios lo bendiga..
    M. V. Z. Jose Luis Lopez Gomez

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Me dedico a contar narraciones e historias en donde me piden y me invitan.

Santa Catarina, Nuevo León, Mexico