domingo, 30 de agosto de 2015

Los Borregos Salvajes del Campus Monterrey Tec de Monterrey

Antonio Guerrero Aguilar, Cronista de la Ciudad de Santa Catarina

El 4 de enero de 1962, se estrenó en la ciudad de México la película “Juventud sin Dios” (Siempre hay un mañana, la vida del padre Lambert), dirigida por Miguel Morayta y escrita por Eva Guerrero Larrañaga y el mismo Morayta en torno a la vida de un religioso benedictino que vino de los Estados Unidos; primero a realizar trabajo comunitario y luego como capellán de las hermanas del colegio Tepeyac de la ciudad de México en 1944. Por cuestiones del destino conoce a varios estudiantes del Instituto Politécnico Nacional quienes mantenían rivalidad con sus acérrimos enemigos, el equipo de los Pumas de la UNAM. Estos jóvenes de clase media solo pensaban en andar con amigos y fiestas pero también resultan ser muy buenos para el futbol americano. El padre Lambert se convierte en su entrenador, en su amigo y en guía protector de todos ellos. De esta manera ... lleva a la victoria al equipo y aprovecha el tiempo para darles consejos y llevarlos por una vida moral en un ambiente complicado para los muchachos y las familias en las que viven.


El actor Joaquín Cordero (1923-1913) encarna al padre Lambert J. Dehner,  a quien en la vida real le gustaba en serio el futbol americano. Al saber que la UNAM no tenía entrenador (coach) fue a pedir el puesto y ahí le dijeron, “padre, mejor váyase al politécnico” y se hizo coach del equipo  de los Burros Blancos, el representativo del Instituto Politécnico Nacional. Fue cuando algunos pensaron de que un ala conservadora de la Iglesia representada por los religiosos benedictinos, querían hacerse del control de la institución establecida por el general Lázaro Cárdenas en 1936, con la intención de crear una escuela técnica y activa para los hijos de obreros y campesinos que no podían ingresar a la UNAM;  pues decían era una escuela elitista y reservada para quienes podían pagar sus colegiaturas.

Hasta entonces, los Burros Blancos llevaban todas las de perder frente a sus archirrivales los Pumas de la UNAM.  El padre Lambert cambió por completo la visión y forma de sentir del Poli. Les dio el orgullo de ser del Instituto  Politécnico Nacional e identificarse con su mascota, el burro blanco. Les dio el campeonato en 1945. El padre al poco tiempo debió retirarse pero regresó a México para realizar la gloriosa campaña del Poli de 1950, cuando obtuvo al campeonato, el segundo en 1951, pero también la estrepitosa derrota ante la UNAM por 43 a 0, después la histórica y legendaria temporada de 1952 y para terminar la de 1953 cuando se suspendió el juego Politécnico-UNAM debido a que la rivalidad se salió del terreno deportivo.

En la película se trata la vida de un joven llamado Salvador (Alfonso Mejía) casado con Gloria (María Eugenia San Martín) quien siempre se opone a la afición de su esposo por el futbol americano.  Sin embargo el joven se hace asistente del padre y debe asistir a Fort Worth, Texas a una clínica para entrenadores. Gloria teme lo peor y no quiere que su esposo asista pero el padre Lambert los convence. Salvador muere en un accidente y es reconocido gracias a una medalla que el padre le había regalado.

Este personaje se trata en realidad de Salvador Saldaña Lugo mejor conocido como el Tarzán; quien llegó en enero de 1951 al Tec de Monterrey para dirigir el equipo representativo del futbol americano: los Borregos Salvajes. Pronto le dio al equipo el empuje, la disciplina y la fama que como jugador le precedió. De cualidades humanas estimadas por los demás, de carácter servicial y activo, en pocas palabras un líder nato. Por eso lo nombraron prefecto de disciplina y responsable del internado La Silla del Tec de Monterrey. A los jugadores les inculcó el amor a la camiseta y el espíritu de la unión pero sobre todo a jugar en la cancha con caballerosidad deportiva. Y si a él le había tocado vivir los clásicos partidor entre el Poli y la UNAM, ahora esa rivalidad se hacía efectiva en Monterrey.  Fue un notable jugador durante once años en el equipo del Instituto Politécnico Nacional; por eso obtuvo el galardón El Broche al Mérito Deportivo otorgado por el periódico El Universal Gráfico como el mejor jugador nacional en 1944. Su participación fue decisiva para ganar en Tazón de Plata al vencer al Randolph Field en 1947. Fue considerado el discípulo predilecto del padre Lambert Dehner  de quien aprendió todo para dirigir y promover a un equipo de fútbol americano.

Los Borregos Salvajes al frente del Tarzán Saldaña, el Tec de Monterrey alcanzó su primer campeonato de Liga mayor en 1952 al vencer a la Facultad de Ingeniería Civil de la entonces Universidad de Nuevo León. Y efectivamente ese año acudió a Fort Worth, Texas a participar en una clínica para entrenadores. El camión en el que iba chocó contra otro de la misma línea Greyhound, en el cual murieron otras 29 personas el 4 de agosto de 1952. Precisamente fue identificado por el padre Lambert gracias a una medalla de la virgen de Guadalupe que le había dado antes.  Su cuerpo fue velado en la ciudad de México y después de una misa celebrada por el padre Lambert  a la que acudieron cientos de jugadores de futbol americano, inhumaron sus restos en el panteón Jardín. Dejó una viuda y dos niños, uno de ellos nacido en Monterrey.


Propiamente el equipo de futbol americano surgió en 1945. Es cuando se adopta al borrego como símbolo. Cuando surgió el ITESM, tanto el periódico y la orquesta estudiantil fueron conocidas como El Borrego. Dicen que la mascota distintiva del Tec de Monterrey se debe a iniciativa de don Eugenio Garza Sada, quien eligió un borrego pues ellos pelean con la cabeza y andan en las alturas. Según la página institucional del equipo, los jugadores iban a un juego y en el trayecto vieron a un borrego en el río Santa Catarina. Alguno de ellos sugirió comprarlo para tenerlo como mascota.  El borrego es una especie representativa y típica de las zonas montañosas. Y ciertamente algo tiene que ver con el origen y sentido del Tecnológico de Monterrey.  Desde 1945 el borrego es el mote o apodo de la comunidad que integra la familia del Tecnológico de Monterrey.

En 1945 se jugó el primer partido entre la Universidad de Nuevo León y el Tec de Monterrey. Por invitación de la Universidad de Nuevo León se armó un equipo contando con el apoyo del Lic. Roberto Guajardo Suárez, entonces director del ITESM. El primer entrenador fue Alejandro Solís Carranco; contratado exclusivamente para hacer frente al compromiso ante la Universidad de Nuevo León. El primer juego del equipo lo perdieron con un marcador de 12 a 7.  El partido se llevó a cabo en el parque Cuauhtémoc y Famosa pues ninguno de los dos equipos contaba con una cancha ni lugar de entrenamiento. A partir de ahí,  los Borregos Salvajes del Tecnológico de Monterrey han forjado una trayectoria de éxito y excelencia en éstos casi 70 años: con 21 campeonatos nacionales en su historia. Es considerado el segundo mejor equipo en la historia, solo después de los Pumas de la UNAM y el mejor en los últimos 20 años pues ha jugado 15 de las últimas 16 finales del torneo (1993-2008) de la ONEFA, habiendo ganado 11 de ellas. En 2011 obtuvo el campeonato de la Conferencia Premiere de la CONADEIP.



Dos historias y líneas paralelas: el Instituto Politécnico Nacional surge para preparar a ingenieros y técnicos y porque supuestamente la UNAM se había convertido en una escuela de élite. Necesitaban una escuela para formar las clases menos protegidas. Cuando surgió el Tec de Monterrey en 1943, ese año coincide con la refundación de la Universidad de Nuevo León que durante diez años se llamó Consejo de Cultura Superior. Precisamente la formación de ingenieros y técnicos fue encomendada a egresados del Politécnico. Es más, el primer director venía de ocupar la dirección de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica del Politécnico, el Ing. León Avalos y Vez quien estuvo al frente del ITESM entre 1943 y 1946 y luego el Ing. Víctor Bravo Ahuja (1918-1990) quien ocupó la rectoría entre 1950 y 1958. Y cada vez que hay un clásico entre los “Auténticos Tigres” y los lanudos, pues con todo respeto, que gane el mejor, obviamente los Borregos Salvajes del Tec de Monterrey.

domingo, 23 de agosto de 2015

Nuevo León como tierra de osos

Antonio Guerrero Aguilar, Cronista de la Ciudad de Santa Catarina


Un ilustre médico regiomontano me decía que la figura del oso debería estar en el escudo de Nuevo León. Recordé que la bandera del estado de California posee un oso. En estos tiempos se han visto muchos de ellos, específicamente en municipios montañosos que tienen reserva territorial correspondiente al Parque Nacional Cumbres de Monterrey. Mi amigo el ecologista Luis Esparza, especialista en cuidado ambiental, que los osos se atreven a bajar a las zonas urbanas  cuando buscan nuevo territorio o alimento como uvas silvestres, tejocotes, madroños y chapotes. La población se ha reproducido exponencialmente, la invasión del hombre y el cambio de uso del suelo de sus hábitats son la causa de que los veamos más seguido. Lo cierto es que también se ven a las hembras con sus crías en los patios, casas, escuelas y parques de varios municipios de Nuevo León.

El oso como animal y ser viviente, es algo excepcional y misterioso para el ser humano. Los cazadores nómadas y recolectores lo reverenciaron al plasmar su imagen en petrograbados, pinturas rupestres y estatuillas. Alrededor de él hay una serie de consejas y supersticiones. Algunos pueblos de la antigüedad hacían ritos de iniciación con los más jóvenes a quienes colocaban una piel de oso. Los indios norteamericanos los veneraban como si fueran personas queridas que habían reencarnado en ellos, por eso lo consideran como un hermano. Para los escandinavos el oso es el rey de los animales y de la naturaleza. En la edad media el oso aparecía en los escudos y blasones, a tal grado que Federico II de Alemania fundó la Orden del Oso en 1213 como un grupo de caballeros al servicio y defensa de la Iglesia.

Los griegos pensaban que las dos constelaciones, tanto la de la Osa Mayor y Menor, tenían que ver con Callistos, una bella dama compañera de Artemisa que fue amada por Zeus y que al morir se convirtió en una constelación. Callistos fue hija del rey arcadio Lición. Al quedar embarazada por Zeus, Hera tuvo celos de ella; por eso cuando nació su hijo los convirtió en osos. Zeus dolido por tal acción, los llevó hasta el cielo en donde se convirtieron en constelaciones. Hera pidió a los dioses que las osas nunca se perdieran de vista en el océano para observarlas todas las noches. Estas constelaciones son consideradas para los pueblos del mediterráneo como el origen del universo.

La estrella polar como punto orientador por excelencia, es la última estrella de la Osa Menor. Estas constelaciones están muy de cerca con el signo zodiacal de Libra. Los antiguos pastores del noreste mexicano dividían  la noche en tres tiempos través de la Osa Menor: prima, modorra y alba. Pensaban que las cuatro estrellas principales de la Osa Mayor son ladrones que quieren atacar a la estrella polar y que las cuatro estrellas de la Menor son guardias de ella. En cambio los celtas vieron en el oso a un animal asombroso que conjunta lo bestial y salvaje con lo celestial y lo divino. Especialmente porque su piel refleja lo tenebroso y la luz de las estrellas. Consideraban al oso como hijo del perro que refuerza el carácter totémico y común de ambos animales

Coloquialmente hablando, hacer el oso es algo bochornoso, como un error que se comete en público. Pero también hacer el oso significa galantear y enamorar a alguien, haciendo toda clase de cosas para llamar su atención. La palabra que termina en oso tiene que ver con lo abundante y rico. Tal vez por eso se le regala a la dama pretendida un oso de peluche. Es un espíritu protector, por eso también se los damos a los niños pequeños. Hay nombres que nos recuerdan al oso, como Arturo y Úrsula. Para los celtas, Arturo tenía que ver con la realeza y podía hacer todo, excepto matar osos. El apellido García supuestamente en vasco significa oso. Para dormir a los niños se les cuentan relatos en torno a los osos y brujas del bosque, como aquel de ricitos de oro pues los osos son los amos y señores de los bosques. O de seres humanos que se convertían en osos para proteger los bosques y la naturaleza de los mismos.

El oso representa el ciclo de la regeneración vital, de la vida y de la muerte. Duerme y muere en el invierno para luego despertar y resucitar en la primavera. Se le considera el signo del conocimiento interior y del esfuerzo y sacrificio necesario para el autoconocimiento y evolución como personas. Cuando el oso  ingresa a una cueva a hibernar, es como si regresara a los orígenes y al vientre de la madre Tierra. Representa la fuerza salvaje de la naturaleza. Desde el punto de vista totémico y familiar, están emparentados con los perros. Curiosamente el oso panda no es un oso, más bien pertenece a una familia cercana a los mapaches. En consecuencia, el oso es un intermediario entre el mundo físico y sensible con el mundo espiritual y trascendente.  Es el maestro de la iniciación al conocimiento profundo del universo, como deidad protectora y nutricia, al igual que los valores maternales de la osa que cuida en extremo a sus crías. También protege al mundo interior y natural de los seres humanos. Supuestamente la grasa, la carne y la piel del oso tienen cualidades curativas. Se hacen amuletos con sus dientes y garras ya sea como adorno o para atraer la buena suerte. Por su forma de vida está más bien relacionado con la Luna y sus ciclos.


Hay varias especies de osos: el gris, pardo, negro, polar, hormiguero, etc. El oso negro o “ursus americano” es la única especie que habita en México. Regularmente vive en donde hay matorrales, desiertos y bosques, aunque tradicionalmente se cree que pertenecen a lugares boscosos y serranos. Hay muchos osos en Nuevo León aunque se desconoce su número exacto. Son carnívoros pero comen lo que encuentran, preferentemente materia vegetal y algo de carroña, peces, miel e insectos. Su movilidad tiene que ver con la búsqueda de alimentos, preferentemente en otoño, cuando inician la hibernación para sobrevivir en el invierno. Los biólogos de la región dicen que la variedad de osos que vemos regularmente, duermen periodos más cortos. Baja su metabolismo y su sueño es más profundo. Para ello eligen cuevas, cavidades y troncos de árboles. Se recomienda no alimentarlos, no tirar basura con desechos orgánicos que los atraigan y cuidarlos porque es una especie en vías de extensión. Y más ahora, pues hay una multa de 3.5 millones de pesos para quien alimente a los osos.


Es un animal común en las zonas montañosas y altas de Nuevo León. Había pobladores que criaban o domesticaban osos. Yo recuerdo a un oso en el restaurante El Álamo en San Pedro de los Salazares en Santiago, Nuevo León,  al cual le daban a beber cerveza. En muchos ranchos y casas del noreste, su piel es usada como tapete. Dicen que los osos siguen a las personas, tienen ademanes como personas, los espían y hasta les hacen señas en especial a las mujeres. Han visto a los osos tirar piedras cuando quieren algo con alguien.  La gente de las montañas cuenta que las osas se roban a los hombres y los osos a las mujeres. Incluso que hasta han embarazado a mujeres con las cuales han procreado seres excepcionales, mitad humano y mitad oso. Yo conocí a una persona de Montemorelos a quien apodaban Juan Oso, porque creían que era hijo de un oso y de una mujer originaria de Villa de García que fue robada por un oso. Supuestamente los osos mantenían relaciones con mujeres y las encerraban en cuevas junto con sus crías. A veces los cazadores y pastores los seguían hasta sus madrigueras y los osos mataban a sus crías de puro coraje. Hay una conseja en Iturbide que nos habla de una pareja de compadres que al pecar, en señal de castigo se convirtieron en osos.  Recientemente escuché decir a una locutora que era muy bueno ver a los osos en su hábitat natural. Tal vez el oso con sus instintos ve como el ser humano se quedó con su hábitat natural.

domingo, 16 de agosto de 2015

El río fiera bramaba y el cielo que no dejaba de llover en 1909

Antonio Guerrero Aguilar, Cronista de la Ciudad de Santa Catarina

La historia de las inundaciones en Monterrey y sus municipios cercanos es cuento de nunca terminar. Se dice que el río tiene crecidas a partir de las torrenciales lluvias que nos llegan cada 20 o 30 años. Para algunos historiadores la peor inundación de todas, es la de 1909 por las consecuencias que dejó en el verano del año en cuestión; precedida por una gran sequía y dos torrentes tan peligrosos que son dignos de considerar. El 10 de agosto de 1909 llovió tanto que dejó innumerables pérdidas materiales como humanas. En consecuencia el gobierno del Estado dispuso ayuda económica y asistencial para todos los damnificados. Basados en la idea de que las lluvias ocurren en periodos que abarcan entre los 20 y 30 años, pensaron que no volverían los aguaceros.


Pero no fue así, para desgracia de los nuevoleoneses,  las lluvias comenzaron el miércoles 25 de agosto. Ese día los habitantes de Monterrey y de los municipios aledaños no mostraron temor alguno por las lluvias que iniciaron como a las 4 de la tarde. Apenas catorce días antes las aguas habían castigado duramente la ciudad y no pensaron que se repetiría tan pronto otro fenómeno similar.  Un día después (el jueves 26) la lluvia se hizo torrencial. La intensidad disminuía un poco y al rato regresaba con más fuerza. La lluvia despareció en la mañana del viernes 27 de agosto de 1909. A la una de la tarde cayeron las primeras gotas de la tormenta, considerada como la peor de todas. No dejó de llover en toda la tarde, todo el sábado y hasta las primeras horas del domingo 29 cuando  paulatinamente dejó de caer la lluvia. Dicen las crónicas: “el río fiera, bramaba y el cielo que no dejaba de llover”.  Entonces los ríos Santa Catarina, Pesquería, San Juan, Salinas,  la Silla y el arroyo del Obispo agarraron agua en serio y con verdadera furia arrasaron a todo lo que encontraron a su paso.

En las torrenciales lluvias ocurridas entre  el 25 y 28 de agosto de 1909, murieron entre 4 y 5 mil personas. El cauce embravecido arrasó con una buena parte de Monterrey y con la colonia Independencia llamada en ese entonces como de San Luisito. Gracias a una obra de Osvaldo Sánchez y Alfonso Zaragoza "El Río Fiera, bramaba: 1909" podemos comprender e imaginarnos lo que fue aquel escalofriante y triste episodio.  Cuando las calles del Monterrey y del barrio de San Luisito vivieron en carne propia el destino de aquellas personas, que de manera trágica, sucumbieron ante el gigante dormido; su majestad el río de Santa Catarina que  “bufaba el agua como animal, que hasta daba miedo”. El 28 de agosto de 1909 Santa Catarina, Monterrey y otros municipios hermanos amanecieron destruidos por la fuerza imbatible del río de mis ancestros, el Santa Catarina.


Dicen que el clima de Monterrey es estable, siempre está de la fregada. Hoy padecemos la sequía, pero de pronto con cualquier lluvia todo se trastoca y si llueve de más, vienen las inundaciones repentinas y nuestros pueblos fundados a la margen de los ríos nunca están a salvo. Menos aún cuando no hemos acabado de aprender la lección. Hemos olvidado que el río Santa Catarina es el único drenaje natural de la Sierra Madre. Nuestra considerada “sociedad del conocimiento” es incapaz de contener y prever fuertes tempestades. Las aguas con furia imbatible se llevaron de paso cualquier obstáculo como ya pasó en 1909, 1933, 1967, 1988, 2005, 2010 y 2014. Y en aquellos años, el cauce casi limpio del río no soportó tal caudal y llegó a destruir parte de la ciudad que se había construido sobre su cauce.

A 106 años de la tragedia, pensemos en los casi 5 mil habitantes que perdieron la vida y hoy permanecen en sin recuerdos no homenajes. En 1909 Monterrey apenas contaba con 78 mil habitantes. El entonces gobernador, el general Bernardo Reyes pasaba sus vacaciones en Galeana junto con su familia, pues no soportaba los calorones del noreste. No daba crédito que en tan solo 48 horas, la furia de un río despertó. Dijeron los cronistas: "se olvidó que los ríos secos también son traidores". Efectivamente fue un olvido que dejó a la mayoría de los municipios con familias enlutadas. Casi todos conocían a una víctima de las grandes aguas. El barrio de San Luisito, conocido como Independencia después de los festejos del Centenario de 1910 y la otra banda del río sucumbió ante las aguas del río. En San Luisito vivían 8 mil personas en esas casas de madera, lámina y cartón que no resistieron los embates fluviales.  El río de mis ancestros y de mis raíces arrastró todo: paredes, casas, árboles, postes de luz, puentes y vidas.  Como siempre destacaron los cuerpos de policía, bomberos y la Iglesia. Todos a su manera improvisaron actos de rescate y asistencia. ¿Y dónde quedaron los restos de quienes murieron? Muchos desaparecidos y a quienes encontraron o los enterraron en la manzana sur en frente del Santuario de Guadalupe en la colonia Independencia o los inhumaron por el rumbo del canal 28 de Tv Nuevo León.


Un valiente cocinero japonés de nombre Takano demostró sus dotes de nadador; ganó fama al salvar a mujeres y niños.  La solidaridad se hizo presente. Ahí es donde la grandeza de Monterrey se hace evidente. Se dice que a raíz de este hecho, la bandera de la Cruz Roja ondeó por primera vez en México.  En la política, la furia del río cobró otra víctima: un mes después de la inundación, el general Bernardo Reyes fue removido de su cargo como gobernador. Lo peor del caso es cuando decían que junto con los apoyos, pasaban armas para iniciar la destitución del régimen de don Porfirio Díaz.

Cosas y casos de la inundación de 1909: la actriz Sara García con tan solo 14 años de edad fue testigo de la inundación pues vivía en el barrio San Luisito de Monterrey, junto con su padre de origen español Isidoro García Ruiz quien laboraba como arquitecto. Entre las muertas encontraron a una joven vestida de novia, otra aun dormida en el sueño profundo con su catre y otra muy guapa que nadie conocía y cuyo cadáver estaba muy cerca del puente San Luisito. O de la familia que se aferró a un árbol al que llamaron “el árbol de la salvación”. La casa Verde en donde dos sacerdotes esperaron ayuda de la providencia y ahí sucumbieron cerca de 300 almas. El padre Heleno Salazar que desde una orilla se dedicaba a dar bendiciones a cuantos pasaban pidiendo auxilio y que logró salvar a un niño que se tiró al agua cuando perdió a su mamá. Los dos mineros y una joven que iban agarrados de un madero, impasibles y serenos que de pronto desparecieron a la altura del puente San Luisito. De muchos héroes que dieron su vida como Takano, un norteamericano de apellido Reeder, Juan Cram, Silvino García, Jesús Montemayor, Isidro Treviño, Arnulfo Tamez y muchos más a quienes no se les recuerda como Dios manda. De comerciantes que dieron toda su mercancía a los miles de damnificados como Casimiro Guajardo. De pueblos enteros muy dañados como Los Aldamas, Rayones, General Bravo y Villa de García. De incontables cadáveres que encontraron en Cadereyta y en Camargo, Tamaulipas. De manzanas enteras con sus casas y moradores que fueron tragados por el agua.



¿Qué nos dejó la inundación de 1909 en Santa Catarina? La mayoría de la opinión pública regiomontana pensaba que las aguas torrenciales se debían a una tromba caída en El Pajonal. Y en efecto, el jagüey se desbordó y por la cuesta de la Manteca bajó un caudal que hizo más potente al río Santa Catarina allá en Tinajas. El entonces alcalde Pedro González Espinoza pidió ayuda para apoyar a los damnificados. Las autoridades de Monterrey se asombraron, cuando solicitó bajar el cobro de las contribuciones de los ciudadanos pues éstos como en toda tragedia, sufren por las pérdidas materiales y personales.  Mientras Monterrey recibió 10 mil pesos, a Santa Catarina llegaron tan solo 2 mil. En nuestro municipio se dañaron 200 viviendas, hubo manzanas de las que ni quedaron vestigios;  las acequias prácticamente desaparecieron. Paradójicamente  aunque corría mucha agua, hubo escasez de víveres, medicinas y precisamente de agua potable. Como las acequias estaban completamente azolvadas, el agua dejó de fluir rumbo a La Fama, La Leona y los molinos Jesús María y por consiguiente no había energía para mover las turbinas. Todavía en la década de 1990 había casonas de adobe y sillar que se quedaron como testigos mudos de la inundación de 1909. Esa inundación nos recuerda al Beulah, Gilberto, al Emily y al Alex… 

domingo, 9 de agosto de 2015

El Sol: el astro rey

Antonio Guerrero Aguilar/ Cronista de Santa Catarina

El filósofo presocrático Anaxágoras sentenció una vez: “El propósito de la vida es investigar el Sol, la Luna y los cielos”. En cambio Galileo escribió: “el Sol, con todos los planetas girando a su alrededor y dependiendo de él, todavía puede madurar un racimo de uvas como si en el Universo no tuviera nada más que hacer”. Dicen que no se debe mirar al Sol sin la protección adecuada. Y que los primos y parientes, como el Sol, entre más lejos mejor. Cuando una persona no es muy grata, se dice que es como el Sol, porque nadie la puede ver. También para alentar a alguien, le decimos que después de la tempestad viene el Sol. Los girasoles se llaman así por que giran en torno al Sol a medida que se desplaza por el cielo.


Todo esto simboliza nuestro instinto de concebir al Sol como la fuente de la vida y de la vitalidad. Sol es la quinta nota musical. El día del Sol es el domingo, Sunday en inglés. La parte del cuerpo que le corresponde es el corazón. Los antiguos pensaban que el oro venía de sus lágrimas. En el zodiaco, el Sol rige a Leo y la quinta casa. Se le representa con el glifo solar: un círculo con un punto en su centro. Representa a la eternidad y al espíritu. A partir de éste punto, sugiere la aparición del orden sobre el caos y la aparición de la vida.


El solar es un lugar sobre el cual se puede construir; es el suelo. De ahí que se le relacione con el solar nobiliario, como lugar de origen de una dinastía y linaje. El solar es el sitio original de una familia. Al lugar en donde están enterrados nuestros padres le llaman solar patrio. Regularmente se confunde al Sol con el ojo que todo lo ve. El ojo es símbolo de la vista y de la comprensión. El ojo representa al gran arquitecto constructor del Universo. Es la mente de Dios que todo lo conoce. Por eso es la conciencia cósmica o universal, que gobierna al Sol, la Luna, las estrellas y los cometas. El Sol es el símbolo de los reyes y de los gobernantes. Se le asocia con el heroísmo y el orgullo. Tiene que ver con lo masculino, con la fuerza y el arrojo, atributos tradicionales del hombre. A Luis XIV de Francia (1643-1715) le llamaban el rey Sol. En 1812, el general Manuel Belgrano, diseñó la bandera de Argentina cuando vio un cielo azul y nubes blancas alrededor del astro rey.



Los pueblos de la antigüedad lo relacionaron con la divinidad. En especial porque la luz, el calor y en consecuencia la vida depende de él. En el relato bíblico de la creación, Dios separa la luz de las tinieblas. En el libro bíblico de Josué (10, 13) Dios detuvo al Sol y la Luna en una batalla. Para los egipcios, el Sol era una eternidad divina. Lo llamaban Ra y era el símbolo del poder divino, por medio del cual radiaba la energía universal y por lo tanto era objeto de veneración. Para referirse al Sol, dibujaban un círculo al que luego le añadieron alas extendidas como emblema de su vuelo diario del oriente al poniente a través de los cielos. Símbolo de nacimiento y de muerte, de vida y regeneración. Para los griegos, el Sol era un joven dios llamado Helios, el cual cada mañana sale por el oriente en su carro tirado por caballos y cada noche parte por el poniente para desaparecer en el ocaso. Los romanos veneraban al Sol Invicto cuya fiesta se hacía el 24 de diciembre. Los pueblos de la antigüedad tenían un calendario lunar, mientras las civilizaciones avanzadas lo tienen en base al Sol. Incluso la Iglesia católica y algunas religiones se basan en el ciclo de la Luna. El calendario civil depende del movimiento de la Tierra alrededor del Sol.

Los incas consideraban a sus emperadores como descendientes del Sol y eran tenidos como divinidades. El oro, símbolo del Dios, era muy explotado para el uso ritual y decorativo. En el centro de Cuzco estaba un templo dedicado en su honor y desde ahí se podían trazar líneas imaginarias en dirección de los lugares de culto de las diferentes clases sociales de la ciudad. El cóndor era su ave representativa.

La cosmogonía mesoamericana está explicada en la leyenda del Quinto Sol, el Ollin Oyitzin, o Sol en movimiento. Los mexicas veneraban al Sol con una deidad dual llamada Tonatiuh y Tonatzin, como el padre y la madre de todos los dioses. El Sol es un ser que nos ilumina todos los días, está vivo y es sagrado. Ellos pensaban que durante las noches luchaba contra fuerzas obscuras de la naturaleza y para darle fuerza, hacían sacrificios rituales en donde ofrendaban la sangre de las víctimas. Es tan poderoso que nadie podía verlo de frente. La ciudad del Sol es Tonalá y en Teotihuacan, el guerrero se convirtió en el Quinto Sol que nos ilumina y su animal mítico es el águila.

La mayoría de los centros ceremoniales de las culturas del pasado, están acordes con el ciclo solar y los solsticios de verano y de invierno, que son los dos puntos extremos que tienen tanto la salida como la puesta del Sol a lo largo del año. El equinoccio se define como el momento en el que el Sol está sobre el Ecuador celeste, que también coincide con el punto medio temporal entre los solsticios de verano e invierno. Los llamados pueblos que dependían de la caza y de la recolección, así como las civilizaciones más avanzadas, observaban el Sol. En la edad media, predominaba el sistema geocéntrico y teocéntrico, que fue substituido en el renacimiento por el heliocéntrico; consideraba que el Sol es el centro del universo y el sistema antropocéntrico, que sitúa al ser humano como centro y fin de la creación.


El Sol es el centro del sistema solar y la estrella en cuyo alrededor giran la Tierra y los planetas. Constituye la fuente de energía y calor para la Tierra. Tiene una temperatura de 5, 800 grados celsius. Durante los eclipses totales de Sol se aprecia que su atmósfera se extiende mucho más allá de su disco normalmente visible. Está compuesto de gases, principalmente de hidrógeno y helio. Es tan grande que la Tierra cabe 675 mil veces en su interior. También emite rayos X, luz ultravioleta e infrarroja y hasta ondas de radio. Está en proceso de evaporación y arroja al espacio un viento solar que arrastra los gases circundantes a la parte sólida de los cometas y produce sus colas.


La tierra está a 149, 600,000 kilómetros del Sol. Como es la estrella más cercana, es el astro con mayor brillo aparente. Su visibilidad determina el día y la noche. La energía del Sol en forma de luz, sustenta todas las formas de vida en la Tierra a través de la fotosíntesis, también determina el clima en la tierra y la meteorología. El Sol es una estrella más entre cien mil millones dentro de la galaxia de la Vía Láctea. Se formó a partir de una gran nube de gas y polvo hace 4, 650 millones de años,  que condensó y empezó a girar, formando una esfera de una masa, con una densidad y una temperatura fijas. Cuando los materiales combustibles empezaron a quemarse, se había formado literalmente una estrella que nos ilumina en la Tierra.

miércoles, 5 de agosto de 2015

La devoción a los cristos en el noreste

Antonio Guerrero Aguilar/ Cronista Municipal de Santa Catarina

En el noreste mexicano sobresale la devoción a cristos muy parecidos y relacionados entre sí, los cuales son venerados en García, Bustamante, Villaldama, Guadalupe y Saltillo. La piedad popular asevera que son hermanitos, pues las fiestas a los mismos coinciden: el 6 de agosto para Saltillo, García y Bustamante y el día 9 para el Señor de la Expiración de Guadalupe. Según la tradición popular, los cristos llegaron a ésta región en unas cajas de madera que trasportaban en una recua de burros y que en algún lugar del camino se separaron para llegar al sitio en donde actualmente son venerados.


En García, Nuevo León, se venera a una escultura del crucificado desde fines del siglo XVIII. Está en el templo del Señor de la Agonía, una imagen realizada por manos tlaxcaltecas en caña de maíz de un metro con treinta centímetros. El templo es de 1835, cuando el sacerdote del lugar don Vital Martínez y un ex gobernador don Joaquín García, mandaron construir un edificio que además sirvió como camposanto, pues ahí descansan los restos mortales de dos ex gobernadores de Nuevo León, Joaquín García y Genero Garza García. Cada 6 de agosto se oficia misa y danzan matachines en su honor. Cuando estaban haciendo una restauración del edificio en la década de 1980, los responsables de la obra localizaron un fino altar de mármol detrás de una pasta gruesa de pintura. Decían que los antiguos fieles del lugar lo ocultaron para evitar que los grupos revolucionarios lo dañaran. Desde entonces, el cristo está en su nicho bellamente labrado.



Por su parte, la devoción del Señor de Tlaxcala, se hace en el llamado “Oasis de Nuevo León”. Bustamante fue fundado por tlaxcaltecas en 1687 con el nombre de San Miguel de la Nueva Tlaxcala. Se  sabe que en 1688 los tlaxcaltecas Bernabé García y su esposa Ana María, consiguieron que el cura párroco del Real de Ramos Salinas, San Luis Potosí, don Nicolás de Saldívar, hizo la donación de la imagen del Santo Cristo para que fuera reparada y destinada a esa población. El entonces obispo de Guadalajara fray Felipe Galindo otorgó un auto de protección en 1700 a favor del matrimonio García para que no se las quitaran. Desde entonces el Señor de Tlaxcala es venerado con todos los oficios y funciones religiosas y civiles en Bustamante, en donde acuden numerosos vecinos del norte del estado y del sur de Texas. Recientemente en una restauración, se dieron cuenta de que el cristo está tallado en madera.

A menos de 10 kilómetros de Bustamante está el antiguo Real de Minas de San Pedro Boca de Leones, actual Villaldama. Ahí en el templo parroquial que originalmente formó parte de un hospicio franciscano establecido por  fray Antonio Margil de Jesús a principios del siglo XVIII, hay una imagen de un crucificado en tamaño natural propio de un niño. Dicen que el cristo fue realizado con la momia de un franciscano. Le llaman “el Cristo del Secreto”, pues aseguran que en el antiguo archivo parroquial se guardaba un documento en el daba a conocer que un franciscano al morir en olor a santidad, (muy devoto de la crucifixión del Señor) donó su cuerpo para que sirviera de base para la escultura. Otros dicen que en el interior del cristo está un testamento de un donante y que en el mismo relata la existencia de un tesoro escondido, pero también tiene la maldición de quien intente sacarlo, se condenará al fuego eterno.

En la antigua estación del Potrero de Villaldama, está la imagen de un cristo venerado por los inmigrantes de origen preferentemente centro americano que pasan por el lugar, a quien guardan especial respeto y devoción. El cristo también de hechura similar al resto, tiene en su tórax un corazón que se activa con una especie de resorte que lo hace mover. Da la impresión de que palpita. El cristo estaba en la hacienda de Mamulique en Salinas Victoria. Ahí los nuevos propietarios decidieron deshacerse de él y se lo dieron a un carretonero que lo llevó al Potrero de Villaldama, éste se lo dio a un vecino que le construyó una pequeña capilla. Cuentan que una ocasión, unos hondureños que iban rumbo a Texas, cansados, con hambre e incluso hasta heridos, pasaban la noche debajo de un puente que se forma entre las vías de ferrocarril. Entonces se les apareció un viejito que les dijo que más adelante encontrarían ayuda. Al día siguiente llegaron a la capilla en donde vieron al cristo y lo identificaron con la persona que se les había aparecido en la noche anterior.


Al santo Cristo de Saltillo se le venera desde 1608, cuando el señor Santos Rojo la adquirió en la feria de Jalapa en Veracruz. Fue llevada originalmente a la Capilla de las Ánimas y desde 1672 se le llevó a la capilla anexa al templo parroquial de Santiago Apóstol, que es la actual Catedral de Saltillo.

El cristo que se venera en Guadalupe es uno de los más populares. Se le conoce como el Señor de la Expiración. Cuando llegó a la población, tanto españoles como tlaxcaltecas acudieron al llamado y al no encontrar el dueño del burro, le despojaron la caja, la abrieron y se dieron cuenta de que contenía a un crucificado. Llevaron la imagen al altar para después enterrar al mensajero que les llevó la imagen. Desde entonces se le festeja año con año, con feria en la plaza y celebraciones litúrgicas. En su novenario se le lleva a pasear por los lugares que integran el territorio parroquial.


El 25 de octubre de 1802, un santacatarinense de nombre José Albino de Treviño dejó en su testamento una libra de cera en honor a señor de la Expiración del templo del pueblo de Guadalupe. Es de las referencias más antiguas en honor a una devoción de las más representativas y tradicionales del Nuevo Reino de León cuya fiesta se realiza el 9 de agosto. El templo está frente a la plaza principal de la actual ciudad Guadalupe, Nuevo León y comenzó a construirse  a mediados del siglo XVIII. Al santo Cristo se le conoce como el “Señor de la Expiración”, el "Señor del Pueblo" o el "Señor de la Lluvia". La imagen del cristo es de caña de maíz, de hechura tlaxcalteca y pertenece al siglo XVII. Cada 9 de agosto se le hace una procesión por las calles del pueblo. Durante el verano, cuando la sequía apremia en la región,  muchos devotos acuden a este templo para hacer una oración y pedir el don bendito de la lluvia. Dicen que cuando los fieles de la parroquia de nuestra señora de Guadalupe sacan al cristo de su templo para hacer una peregrinación,  regularmente llueve media hora después. Es fama de que a veces no quiere salir del templo, pues dicen que quienes lo intentan cargar no pueden con él. O también que cuando escaseaban las lluvias, era llevado hasta la catedral de Monterrey y que en el trayecto la procesión encabezada por la Hermandad del Señor llegaba completamente seca y que en una buena porción de la hoy zona metropolitana caía una pertinaz lluvia.


sábado, 1 de agosto de 2015

A la señora del cielo nocturno

Antonio Guerrero Aguilar/ Cronista Municipal de Santa Catarina


Dicen que la luna más hermosa es la de octubre. En la imaginación infantil es de queso. Para algunos estudiosos, el nombre México es de origen náhuatl y significa “lugar en el ombligo de la Luna”. Como es el astro de la noche, evoca metafóricamente la belleza y el amor. Pertenece a los enamorados y seguramente por ello quienes salen de vacaciones después del matrimonio, le llaman Luna de miel. Ciertamente es la guía en la noche obscura y el confidente de los bardos, bohemios y enamorados. Es el símbolo del sueño y por su forma es fría, pasiva y receptiva. Representa a la mujer, mientras el Sol es el hombre.

Los lunares son manchas obscuras en la piel y se cree que aparecen debido al influjo del satélite. Había tocadores con espejos redondos a lo que llamaban lunetas. La luneta es la platea del teatro, que tiene forma de media luna. Cuentan que en la cara oculta de la luna existen estructuras pertenecientes a civilizaciones extraterrestres ya desaparecidas. Quien tiene un carácter cambiante y no saluda, anda de ganas o sufre desajustes mentales es un lunático, alguien que sufre locura intermitente como las fases de la Luna. Hay canciones que nos hablan del toro enamorado por la Luna o el sapo cancionero que ve en la Luna a su eterno amor. Las embarazadas no deben ver a la luna, pues influye en la marea y en los embarazos.

La palabra Luna designa al nombre del satélite de la Tierra. Tiene su origen etimológico en el griego leukos que significa blanco brillante, de la cual se deriva en latín lucere que tiene que ver con la luz y el brillo. Existen otros nombres que refieren a la Luna con los nombres femeninos de Selene, Delia y Cinthia. Por cierto, los griegos la llamaban Selene. Es el cuerpo celeste más cercano a la Tierra, situado a 380 mil kilómetros, cuyo diámetro mide 3, 476 kilómetros. Ningún otro planeta en el sistema solar tiene un satélite tan grande a comparación con el tamaño de nuestro planeta. Precisamente el centro de gravedad de la luna está en la parte que se está desplazando a la Tierra. En su superficie hay montañas y cráteres, presenta zonas obscuras que Galileo llamó “mares”; pero en realidad no tiene agua ni atmósfera.


La Tierra y la Luna tienen la misma edad; unos 4.500 millones de años.  Ambas se formaron como resultado de un gran impacto, cuando un cuerpo celeste del tamaño de Marte, colisionó con la joven Tierra, volando material en órbita alrededor de ésta y que se fusionó para formar la Luna. La Luna no gira en torno a la Tierra, sino que la Tierra y la Luna giran en torno al centro de masas de ambos. Sin embargo, al ser la Tierra un cuerpo grande, la gravedad que ejerce sobre la Luna es distinta en cada punto. Junto con el Sol forman parte de un sistema dual, pues una representa al día y la otra a la noche. En especial porque la Luna no irradia luz propia, más bien es un reflejo del Sol. Hay eclipses lunares y solares. Atraviesa fases diferentes y cambia de forma. Por eso también se le relaciona con la mujer, la dependencia y la renovación. Su movimiento es cíclico y puede ser creciente y menguante. Por eso es el símbolo de los ritmos biológicos, pues es un astro que nace, crece, decrece y desaparece en el cielo nocturno. Sus fases marcan los ritmos y los ciclos de la vida; controla todos los planos cósmicos regidos por el devenir cíclico, como lo son la lluvia, la fertilidad femenina, la vida vegetal y animal. A la vez, es el símbolo del conocimiento: frío, teórico, reflejo discursivo y racional y a veces se le representa la lechuza.

Lunes es un día de la semana dedicado en su honor. Fue el primer reloj de las culturas antiguas: gracias a ella fue posible medir sus fases sucesivas y regulares. En las noches de Luna llena se sabía el destino de los hombres después de la muerte y las ceremonias de iniciación. Durante tres días no aparece. Luego aparece gradualmente hasta obtener su brillo. Además se mueve y por ello también tiene que ver con el tránsito de la vida hacia la muerte. En las noches de terror, cuando hay Luna llena salen los hombres lobos y los vampiros; por eso nos recuerda a contextos tenebrosos.

Así como había dioses solares, hay dioses lunares como Isis, Ishtar, Artemis, Diana, Perséfone y Hermes. La Iglesia se rige por calendario lunar. Los antiguos mexicanos, vieron en ella a la tradición en torno al origen de la nueva humanidad. El guerrero elegido para convertirse en el Quinto Sol tuvo miedo de lanzarse al precipicio y por ello, quien debía convertirse en Luna, aprovechó la situación y se convirtió en el Quinto Sol. El otro viendo todo perdido se lanzó y se convirtió en Luna. Pero sin luz y opaco, tomó un cuchillo de obsidiana y se hizo una cicatriz en forma de conejo en la piel. Para los mexicas, la Luna tiene que ver con la embriaguez, las cosechas y la fertilidad. Es hija del dios Tláloc. En las culturas del noreste mexicano, representaba el ciclo de regeneración y fertilidad de la venada. Para los incas, la Luna es la esposa del dios del Sol, ellos engendraron a las estrellas. El Sol celoso por la belleza de su amada Luna, le echó polvos para obscurecerla.

Curiosamente para las culturas del desierto asiático, está relacionada con lo masculino. Los islámicos llaman a la luna “Qamar” y se le menciona frecuentemente en el Corán. Ellos mantienen dos calendarios, uno lunar para los aspectos religiosos y uno solar para la agricultura. Para los islámicos la media Luna es el símbolo de la resurrección. No es una figura acabada pues difiere de la esfera cerrada. Está abierta y cerrada a la vez. Por eso la relacionan con su religión y en su identidad religiosa y el conocimiento. Quienes difundieron  éste símbolo fueron los otomanos. En cambio los hindúes ven en la esfera de la Luna la vía de los ancestros. Para los chinos, ahí vive el conejo que tritura los ingredientes para hacer el elixir de la vida. Es la puerta del cielo como del infierno. La Luna es el yin y el Sol es el yang. La Luna es el único cuerpo celeste en donde se ha realizado un descenso tripulado. Julio Verne soñó la llegada del hombre a la Luna, cosa que ocurrió el 20 de julio de 1969, cuando alunizaron astronautas de la NASA. Diez años antes los rusos habían intentado llegar hasta ella.

Blue Moon es un fenómeno que ocurre una vez cada dos o tres años cuando en el cielo se puede ver una "Luna azul". No es que se vea de ese color pues no es un fenómeno astronómico extraordinario. Se refiere simplemente a una expresión que se utiliza para denominar la segunda luna llena -cuyo ciclo es de 29 días- dentro de un mismo mes. La última vez ocurrió el 31 de agosto de 2012 y la próxima, después de la de este viernes, será en enero de 2018. Según la NASA, la Luna se puede ver azul por efecto de polvo, ceniza o humo en la atmósfera a causa de grandes erupciones volcánicas o incendios forestales. Hay quienes aseguran que de ese fenómeno extraño viene la frase “once in a blue moon”, que se utiliza para describir eventos raros o poco comunes. También es muy extraño ver la Luna de color rojo. El fenómeno se produce cuando el satélite aparece muy bajo sobre el horizonte. La atmósfera está llena de aerosoles (partículas suspendidas en un gas) que dispersan la luz azul y enrojecen la luna: “Blue Moon, tu que viste llorar aquella noche en el mar y ahora solo yo estoy..."

Y yo como el Sapo cancionero: “no sabes acaso que la Luna es fría, porque dio su sangre para las estrellas”. 

Me dedico a contar narraciones e historias en donde me piden y me invitan.

Santa Catarina, Nuevo León, Mexico