Antonio Guerrero Aguilar/ Cronista de Santa Catarina
El filósofo presocrático Anaxágoras sentenció una
vez: “El propósito de la vida es
investigar el Sol, la Luna y los cielos”. En cambio Galileo escribió: “el Sol, con todos los planetas girando a su
alrededor y dependiendo de él, todavía puede madurar un racimo de uvas como si
en el Universo no tuviera nada más que hacer”. Dicen que no se debe mirar
al Sol sin la protección adecuada. Y que los primos y parientes, como el Sol,
entre más lejos mejor. Cuando una persona no es muy grata, se dice que es como
el Sol, porque nadie la puede ver. También para alentar a alguien, le decimos
que después de la tempestad viene el Sol. Los girasoles se
llaman así por que giran en torno al Sol a medida que se desplaza por el cielo.
Todo esto simboliza nuestro instinto de concebir al Sol
como la fuente de la vida y de la vitalidad. Sol es la quinta nota musical. El
día del Sol es el domingo, Sunday en inglés. La parte del cuerpo que le
corresponde es el corazón. Los antiguos pensaban que el oro venía de sus
lágrimas. En el zodiaco, el Sol rige a Leo y la quinta casa. Se le representa
con el glifo solar: un círculo con un punto en su centro. Representa a la
eternidad y al espíritu. A partir de éste punto, sugiere la aparición del orden
sobre el caos y la aparición de la vida.
El solar es un lugar sobre el cual se puede construir; es el suelo. De ahí que
se le relacione con el solar nobiliario, como lugar de origen de una dinastía y
linaje. El solar es el sitio original de una familia. Al lugar en donde están
enterrados nuestros padres le llaman solar patrio. Regularmente se confunde al Sol con el ojo que todo lo ve. El ojo es
símbolo de la vista y de la comprensión. El ojo representa al gran arquitecto
constructor del Universo. Es la mente de Dios que todo lo conoce. Por eso es la
conciencia cósmica o universal, que gobierna al Sol, la Luna, las estrellas y
los cometas. El Sol es el símbolo de los reyes y de los gobernantes. Se le
asocia con el heroísmo y el orgullo. Tiene que ver con lo masculino, con la
fuerza y el arrojo, atributos tradicionales del hombre. A Luis XIV de Francia
(1643-1715) le llamaban el rey Sol. En 1812, el general Manuel Belgrano, diseñó
la bandera de Argentina cuando vio un cielo azul y nubes blancas alrededor del
astro rey.
Los pueblos de la antigüedad lo relacionaron con la
divinidad. En especial porque la luz, el calor y en consecuencia la vida
depende de él. En el relato bíblico de la creación, Dios separa la luz
de las tinieblas. En el libro bíblico de Josué (10, 13) Dios detuvo al Sol y la
Luna en una batalla. Para los egipcios, el Sol
era una eternidad divina. Lo llamaban Ra y era el símbolo del poder divino, por
medio del cual radiaba la energía universal y por lo tanto era objeto de
veneración. Para referirse al Sol, dibujaban un círculo al que luego le añadieron
alas extendidas como emblema de su vuelo diario del oriente al poniente a
través de los cielos. Símbolo de nacimiento y de muerte, de vida y
regeneración. Para los griegos, el Sol era un joven dios llamado
Helios, el cual cada mañana sale por el oriente en su carro tirado por caballos
y cada noche parte por el poniente para desaparecer en el ocaso. Los romanos
veneraban al Sol Invicto cuya fiesta se hacía el 24 de diciembre. Los pueblos
de la antigüedad tenían un calendario lunar, mientras las civilizaciones
avanzadas lo tienen en base al Sol. Incluso la Iglesia católica y algunas
religiones se basan en el ciclo de la Luna. El calendario civil depende del
movimiento de la Tierra alrededor del Sol.
Los incas consideraban a sus emperadores como
descendientes del Sol y eran tenidos como divinidades. El oro, símbolo del
Dios, era muy explotado para el uso ritual y decorativo. En el centro de Cuzco
estaba un templo dedicado en su honor y desde ahí se podían trazar líneas
imaginarias en dirección de los lugares de culto de las diferentes clases
sociales de la ciudad. El cóndor era su ave representativa.
La cosmogonía mesoamericana está explicada en la leyenda del Quinto Sol,
el Ollin Oyitzin, o Sol en movimiento. Los mexicas veneraban al Sol con una
deidad dual llamada Tonatiuh y Tonatzin, como el padre y la madre de todos los
dioses. El Sol es un ser que nos ilumina todos los días, está vivo y es
sagrado. Ellos pensaban que durante las noches luchaba contra fuerzas
obscuras de la naturaleza y para darle fuerza, hacían sacrificios rituales en
donde ofrendaban la sangre de las víctimas. Es tan poderoso que nadie podía
verlo de frente. La ciudad del Sol es Tonalá y en Teotihuacan, el guerrero se
convirtió en el Quinto Sol que nos ilumina y su animal mítico es el águila.
La mayoría de los centros
ceremoniales de las culturas del pasado, están acordes con el ciclo solar y los
solsticios de verano y de invierno, que son los dos puntos extremos que tienen
tanto la salida como la puesta del Sol a lo largo del año. El equinoccio se
define como el momento en el que el Sol está sobre el Ecuador celeste, que
también coincide con el punto medio temporal entre los solsticios de verano e
invierno. Los llamados pueblos que dependían de la caza y de la recolección,
así como las civilizaciones más avanzadas, observaban el Sol. En la edad media,
predominaba el sistema geocéntrico y teocéntrico, que fue substituido en
el renacimiento por el heliocéntrico; consideraba que el Sol es el centro del
universo y el sistema antropocéntrico, que sitúa al ser humano como centro y
fin de la creación.
El Sol es el centro del sistema solar y la estrella en cuyo alrededor giran la
Tierra y los planetas. Constituye la fuente de energía y calor para la Tierra.
Tiene una temperatura de 5, 800 grados celsius. Durante los eclipses totales de
Sol se aprecia que su atmósfera se extiende mucho más allá de su disco
normalmente visible. Está compuesto de gases, principalmente de hidrógeno y
helio. Es tan grande que la Tierra cabe 675 mil veces en su interior. También
emite rayos X, luz ultravioleta e infrarroja y hasta ondas de radio. Está en
proceso de evaporación y arroja al espacio un viento solar que arrastra los
gases circundantes a la parte sólida de los cometas y produce sus colas.
La tierra está a 149, 600,000 kilómetros del Sol. Como es
la estrella más cercana, es el astro con mayor brillo aparente. Su visibilidad
determina el día y la noche. La energía del Sol en forma de luz, sustenta todas
las formas de vida en la Tierra a través de la fotosíntesis, también determina
el clima en la tierra y la meteorología. El Sol es una
estrella más entre cien mil millones dentro de la galaxia de la Vía Láctea. Se
formó a partir de una gran nube de gas y polvo hace 4, 650 millones de
años, que condensó y empezó a girar,
formando una esfera de una masa, con una densidad y una temperatura fijas.
Cuando los materiales combustibles empezaron a quemarse, se había formado
literalmente una estrella que nos ilumina en la Tierra.
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