Antonio Guerrero Aguilar/ Cronista de Santa Catarina
En la
zona noreste del municipio de San Nicolás de los Garza, se halla una de las
poblaciones más antiguas de Nuevo León y por cierto es la cuna del apellido
Cavazos. Se llama Santo Domingo en honor al religioso de origen español
(1170-1221) fundador de la orden de los frailes predicadores, mejor conocidos
como dominicos y promotor de la devoción al santo rosario. Pero también nos
refiere a Domingo Manuel, uno de los doce fundadores de la ciudad Metropolitana
de Nuestra Señora de Monterrey el 20 de septiembre de 1596 y en consecuencia
obtuvo merced de cuatro caballerías de tierras, para establecer una estancia a
la que llamaron precisamente de Santo Domingo.
Una vez llegaron unos indios a su finca y se robaron
unas yeguas. Domingo Manuel acompañado de Juan Pérez de los Ríos salió a darles alcance. Pero los
asaltos continuaron. Una vez mientras comía, unos indios fueron a pedirle
alimento. Cuando salió a darles lo poco que tenía, uno lo golpeó en el brazo,
lo atraparon, le pusieron una soga al cuello, lo colgaron y lanzaron flechas
hasta matarlo más o menos en el 1604 y 1605. . Su propiedad pasó al capitán Antonio Rodríguez, quien llegó a
ser alcalde de Monterrey en 1601 y murió también en un ataque que hicieron los
indios bárbaros el 8 de febrero de 1624. Para 1626 las estancias, la que
perteneció a Diego Díaz como la de Santo Domingo no aparecen en los censos. De
acuerdo a Tomás Mendirichaga estaban deshabitadas debido al estado continuo de
guerra viva.
La
estancia de Santo Domingo quedó despoblada hasta que un familiar de Rodríguez
llamado Antonio de Urbina, la vendió al capitán Pedro de la Garza, quien
repobló la hacienda y volvió a cultivar sus tierras. Casado con Inés Rodríguez formó
una familia integrada por Mariana, Elena, Pedro y José. Elena se casó con el
capitán Juan Cavazos en 1630, por lo que dividió la hacienda y dio en dote la
mitad de la labor que perteneció a Antonio Rodríguez. En 1655 Juan Cavazos
adquirió la otra mitad quedando como dueños absolutos de la hacienda de Santo
Domingo. La estancia pronto alcanzó notoriedad hacia el siglo XVII, creciendo
en territorio, convirtiéndose en un importante centro agrícola y ganadero. La
hacienda era el paso obligado para el camino a San Gregorio de Cerralvo y desde
mediados del siglo XVIII como enlace con dos de las llamadas villas del Norte, Revilla
y Mier. Como se advierte, Santo Domingo se convirtió en un sitio especial para
la consolidación de la población de toda esa región.
Juan
Cavazos nació en 1600 en Santa María, Castilla la Vieja en España. Hijo de
Gabriel Cavazos, posiblemente de origen italiano y de Simona del Campo. Llegó
al Nuevo Reino de León en 1630. Ocupó diversos cargos en el ayuntamiento de
Monterrey como alcalde, regidor y síndico. Obtuvo merced de tierras en otros
sitios, pero solo pobló las de Santo Domingo. Ahí tuvo molino de pan, labores y
encomiendas de indios. Con el grado de capitán acudió a diversas campañas de
pacificación. En documentos de la época firmaba su apellido como Cabasso al que
luego pluralizó en Cavazos. Murió el 15 de junio de 1683, enterrado en el
convento de San Francisco de Monterrey. Fue uno de los responsables de la
construcción del templo parroquial de Monterrey. En su testamento menciona que
en la hacienda había casas bien construidas y hasta presume tener la mejor
construcción del reino y junto a la casa un aposento que sirve de caballeriza y
la existencia de una pequeña capilla en la cual oficiaban misas. Del matrimonio
de Juan Cavazos y Elena de la Garza nacieron el religioso franciscano Juan
Cavazos, Francisca Margarita, Antonio, Clara, María, Lucía, Gabriel y José.
Las
familias Cavazos y de la Garza crecieron y a ella se añadieron otras dinastías.
En 1642 se hizo medición de la hacienda y Martín de Zavala los confirmó en
octubre de ese año. Elena de la Garza murió en 1659 y gracias al testamento
sabemos que la hacienda estaba compuesta por veinte caballerías de tierra y
tres sitios de ganado mayor y menor. En 1687 la hacienda se repartió entre los
herederos Antonio, José y Lucía que se casó con el capitán Antonio de Estrada. El
lugar se convirtió en una comunidad agrícola y ganadera.
Contaba
con suficientes manantiales y por ello estaba repleta de nogales y otros
árboles típicos de la región. Por ello también se le conocía como el bosque de
Santo Domingo o también de El Nogalar. En 1846 el ejército norteamericano
estableció su cuartel y hasta dejó un panteón para los militares caídos en la
toma de Monterrey. Santo Domingo era considerado centro abastecedor de
productos básicos para los alrededores. Se construyeron importantes casas,
edificios austeros con líneas claras y precisas. Cuando fue creada la
municipalidad de San Nicolás de los Garza en 1830, ésta quedó integrada en su
jurisdicción territorial. Para 1862, se decía que la hacienda de Santo Domingo
era un rancho situado estaba a tres cuartos de legua de San Nicolás, dividida
en 70 accionistas. Tierra de hombres y mujeres ilustres, ahí nació en 1861 Nicéforo
Zambrano Cavazos que llegó a la gubernatura de Nuevo León entre 1917 y 1919.
Santo
Domingo, la tierra de frontera y puerta a Monterrey. En 1971
cuando San Nicolás de los Garza alcanzó la categoría de ciudad, comenzó su
crecimiento demográfico. Gradualmente los vecinos emigraron, dejando las
parcelas y los lugares de cultivo. Estos fueron comprados para instalar en
ellos fábricas, colonias y bodegas de uso industrial. Las avenidas pronto
cambiaron su modo apacible de vida. Si alguien quiere conocer lo que un día
fue, solamente nos queda parte del casco de la vieja hacienda que tiende a
desaparecer. El 4 de agosto de 1984 inauguraron la capilla dedicada a Santo
Domingo de Guzmán a quien veneraban en casas particulares, luego en un jacalón.
Lo festejan cada 4 de agosto. Es cuando llevan a la antigua imagen en una
procesión por el pueblo para pedir por las lluvias y las buenas cosechas.
Sacaban a dar gallo por entre la plaza y los negocios instalados en su
alrededor. Hoy los restos de la hacienda de Santo Domingo son recuerdos
vertidos en la casona vieja, en las paredes y cimientos que indican la
presencia de un rico pasado ligado a la fundación de Monterrey, a la historia
de San Nicolás de los Garza y al desarrollo metropolitano de Nuevo León.
Gracias por estos artículos siempre tan interesantes y bien documentados.
ResponderBorrarPor ser la Hacienda de Santo Domingo cuna de mi apellido en el Nuevo Mundo, ya conocía algunos datos, pero desconocía muchos otros, por lo que este artículo, amén de interesante resulto aleccionador.
Gracias de nuevo. Tus artículos son ya lectura obligada los domingos por la noche.
Saludos Cordiales.