domingo, 8 de marzo de 2015

El día de Mujer

Antonio Guerrero Aguilar/ Cronista de Santa Catarina



El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, el cual fue establecido en 1910, para recordar la muerte de muchas trabajadoras de la industria de la confección en la ciudad de Nueva York el 8 de marzo de 1857, quienes exigían mejores condiciones de trabajo y derecho al voto. A partir de esa fecha se ha generado una tendencia social que pretende devolver y valorar el papel de la mujer en la sociedad, como pilar de la familia, como agente de cambio, promotora social y económica de la familia. Actualmente, los aportes de los estudios de género le conceden igualdad social y de oportunidades en los ámbitos donde prevalece la posición del hombre. En consecuencia, aún se discrimina, menosprecia y desvalora el papel que la mujer. En éstos tiempos, la mayoría de las mujeres  viven en la marginación. Esta se muestra en tendencias estadísticas que pone a la mujer mexicana en posición desfavorable económica y social frente al varón: bajísimo nivel de vida y de ingresos, expuesta a la violencia intrafamiliar, negación de su papel en la sociedad y como parte integrante de los más pobres, necesitados y marginados de nuestra sociedad.

Es falso que detrás de cada hombre hay una gran mujer. Ellas van al lado y a veces a la vanguardia. En los momentos más decisivos de nuestra historia vamos a encontrar mujeres, planeando, estudiando, participando o siguiendo a los protagonistas de nuestra historia. Y prueba de ello, son los innumerables nombres y ejemplos de heroínas que construyen y dan un sentido nuevo a la historia nacional. Parafraseando a Octavio Paz, la mujer se presenta al mexicano como pasión, muerte, misterio y destino. Y se dice, que la actitud del mexicano hacia la mujer, la representa en un matriarcado en la que sobresalen las figuras de la madre buena, abnegada y fiel: la Virgen de Guadalupe, cuya contraposición es la madre mala y violada: la fregada. Entre ambos polos está la mujer mala pero arrepentida: la Llorona y la madre buena pero traidora: la Malinche.

Actualmente México tiene casi 120 millones de habitantes, de los cuales el 50.5 son mujeres y el 49.5 son hombres. Vemos que la mujer ocupa y participa más en la vida social, política y económica de nuestro país. Por ejemplo, vemos participación mayoritaria de ellas en carreras que antiguamente eran cotos privilegiados para los varones. Si nos damos una vuelta por las facultades de medicina, ingeniería mecánica y derecho nos daremos cuenta de que ya son mayoría. En la cultura y en la educación, son las que ocupan los principales puestos directivos. Siempre ponen la muestra de cómo se trabaja con iniciativa y entrega al servicio de una causa. Como muchas más están participando en la vida de nuestra entidad. Por cierto, hace poco en una escuela de Santa Catarina, una niña en un discurso dijo: “si los hombres hacen huella, las mujeres hacen a los hombres”.

La historia de México está repleta de casos en los que la mujer participó activamente. Recordemos que una de las promotoras de nuestra independencia fue Josefa Ortiz de Domínguez, nacida en Valladolid, hoy Morelia en 1768. Se casó con el Lic. Miguel Domínguez, quien fue Corregidor de la Ciudad de Querétaro. En su casa se reunían los principales jefes insurgentes como Allende e Hidalgo. Ella fue la mediadora entre su esposo y de los que buscaban la independencia de México.  Después de la aprehensión de Hidalgo y Allende, fue confinada a un convento. Cuando Iturbide se proclamó emperador, fue invitada para ser dama de honor de la emperatriz, pero nunca aceptó ningún cargo u homenaje por su participación en la insurgencia. Murió en 1829 en la Ciudad de México.

Otra heroína de la Independencia es Leona Vicario. Ella nació en la Ciudad de México en 1789. Fue colaboradora, informante y patrocinadora de los insurgentes. Durante la guerra de independencia se casó con Andrés Quintana Roo. Cuando terminó la guerra fueron restituidos sus bienes. Murió en la Ciudad de México en 1842.

No obstante y debido al papel esencial de la mujer en nuestra historia, siempre ha permanecido al margen de ella. Aquí bien cabe la máxima que sostiene que detrás de cada hombre a una gran mujer: Margarita Maza como acompañante de Juárez, la emperatriz Carlota como contraparte femenina y de la realeza europea con Maximiliano de Habsburgo, Carmelita Romero como “domesticadora” y conciencia positiva de Porfirio Díaz. Por ejemplo, en la novela Los bandidos de Río Frío de Manuel Payno encontramos la típica situación de la mujer durante el siglo XIX: la vida social, política y económica la hacen los hombres, la mujer a la casa. Tenía poco acceso a la educación y tenía dos ocupaciones: la casa o el convento.

Como se advierte, un papel meramente secundario. Una muestra de lo anterior es la famosa epístola de Melchor Ocampo que en algunos lugares del país se sigue leyendo durante la ceremonia del matrimonio civil y en la cual se hace referencia de que  la mujer es  dulce, abnegada,  su ámbito es el hogar y su función es la comida y el cuidado de los hijos. De igual forma, vemos mujeres en la gesta revolucionaria. La revolución fue hecha por soldados errantes que llevaban a su familia al combate. Así surgieron las “Adelitas”” que con actitud estoica, sufrida y desinteresada acompañaban al soldado. Si éste moría, la mujer debía arrejuntarse con otro para procurar su mantenimiento.

No obstante,  hubo señales que promovían la reivindicación social de la mujer desde fines del siglo XIX, cuando surgió de manera institucional un movimiento feminista para establecer la igualdad  de los sexos y el derecho por igual a la educación. Y durante el porfiriato surgieron grupos de mujeres que exigían una mayor participación y un mejor gobierno a Porfirio Díaz y fue en Yucatán donde se verificó el primer congreso feminista en 1919. También ahí obtuvieron derecho al voto en 1949. A nivel nacional lo alcanzaron durante el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines en 1953. Pero cabe señalar que la primera mujer en ocupar una  alcaldía en México, fue la Señora Orfelinda Villarreal en la municipalidad de Higueras, Nuevo León. Y con justa razón, vaya nuestra sincera felicitación a las mujeres en éste su día y en los otros restantes del año.




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Me dedico a contar narraciones e historias en donde me piden y me invitan.

Santa Catarina, Nuevo León, Mexico