Antonio Guerrero Aguilar/ Cronista de la Ciudad de Santa
Catarina
Agapito García fue gobernador de Nuevo León entre 1851 y
1853. Originario de Cadereyta en donde nació en 1812 y murió en 1890; ocupó en
varias ocasiones el cargo de alcalde. Durante su mandato decretó el 31 de marzo
de 1851, la erección de cinco municipios; o más bien recibieran el título de villa con
nuevos nombres. Hace 164 años se promovió el desarrollo municipal de Nuevo
León, pues de ley se crearon cinco nuevas municipalidades. El Congreso del
Estado por acuerdo del jefe político de la entidad, instituyó por decreto
número 112 que el 31 de marzo de 1851, se establecerían las villas de Apodaca,
García, General Terán, Doctor Arroyo y Mina. También un año antes, en 1850, se
erigieron las municipalidades de Allende en lo que antiguamente era el rancho
del Reparo y San Pedro de Iturbide.
Apodaca es considerado uno de los pueblos más antiguos de
Nuevo León, pues desde tiempos de Luis Carvajal y de la Cueva, don Gaspar
Castaño de Sosa obtuvo mercedes en 1583 para establecer una estancia en el
lugar. Con el correr del tiempo le pusieron San Francisco y luego se le añadió
el apelativo de Apodaca en honor a uno de los obispos que gobernaron la
diócesis de Linares en el año de 1844, llamado don Salvador de Apodaca y Loreto.
Exactamente un día igual pero de 1982, siendo gobernador del estado don Alfonso
Martínez Domínguez, la elevó a categoría de ciudad.
¿Y qué se puede decir de Apodaca? Pues definitivamente es
el motor de Nuevo León. Indudablemente su crecimiento demográfico como
industrial es evidente. Además en su territorio están los dos aeropuertos de
Nuevo León, el Internacional Mariano Escobedo y el del Norte. Apodaca cuenta
con una extensión de 183.5 kilómetros cuadrados. Entre sus hijos ilustres destacan
Moisés Sáenz Garza quien nació en el Mezquital el 16 de febrero de 1888 y promovió
la apertura de la educación secundaria en México.
Por su parte, Villa de García, llamada antiguamente
Hacienda de San Juan Bautista de la Pesquería Grande, se le puso el apelativo
del ilustre ciudadano llamado Joaquín García que nació en ese lugar en 1781 y
falleció en el mismo sitio en 1845. Lugar estratégico conocido desde tiempos de
Alberto del Canto y Luis Carvajal y de la Cueva, cuando dejaron una estancia
mercedada a don Manuel de Mederos en 1583. Luego don Gonzalo Fernández de
Castro la pobló desde principios del siglo XVII.
La historia de Villa de García es muy interesante; pues
tuvo su origen en una hacienda de labor fundada sobre 24 caballerías de tierra
y 30 de ganado menor, que fueron mercedadas y refrendadas en tiempos de don
Martín de Zavala a la viuda de don Gonzalo, de nombre María Rodríguez y a sus
hijos por los servicios realizados en beneficio del rey. Entre el siglo XVII y
XIX estuvo dividida en dos haciendas, la de Capellanía establecida por don
Antonio Fernández Vallejo y la de los Garza, establecida por don Gabriel de la
Garza.
Posteriormente fue una congregación de familias que se
denominó Valle de Pesquería Grande desde 1720 hasta 1851, la legislatura del
Estado le concedió el título de villa, debido a los servicios que dio a Nuevo
León y a la patria, como alcalde de Santa Catarina en 1820, diputado local,
gobernador entre 1829 y 1831, además de senador por Nuevo León. García es la encrucijada
de caminos desde 1577 pues se comunicaba
así mismo con Santa Catarina y Monterrey, con el Valle de Salinas y el Topo de
los Ayalas con Monterrey, con Saltillo a través de Nacataz y Rinconada y con
Monclova a través de Mina y de la antigua hacienda del Anahelo.
El municipio de García forma parte de la zona
metropolitana de Nuevo León y es un lugar sumamente interesante por su historia
y pasado paleontológico, arqueológico y geológico. En la sierra del Fraile están
las Grutas de García. De igual forma, cuenta con numerosas zonas arqueológicas
entre las que destacan la cueva Ahumada, Nacataz e Icamole. Tiene una extensión
territorial de mil 30 kilómetros cuadrados.
Doctor Arroyo recibía desde 1826, el nombre de Valle de
la Purísima Concepción. Punto de enlace y de las rutas que los ganaderos
abrieron desde el siglo XVII que sirvió comunicar la parte sur del Nuevo Reyno
del León con el altiplano central. Se le puso villa de Doctor Arroyo en honor
al doctor en cánones José Francisco Arroyo, originario de Guadalajara. Fue
canónigo de la catedral de Monterrey y diputado al congreso constituyente local
en 1824. El 28 de diciembre de 1876, por acuerdo del entonces gobernador de
Nuevo León, don Genaro Garza García, fue elevada a la categoría de ciudad.
Doctor Arroyo es la esperanza del hombre del desierto y
está en pleno altiplano central. Está a una altura de mil 700 metros sobre el
nivel del mar. Es uno de los municipios con mayor extensión territorial pues
cuenta con poco más de 5 mil kilómetros cuadrados. Su traza urbana es muy
interesante y de rica arquitectura regional. De Doctor Arroyo es el padre
Severiano Martínez, un gran educador de jóvenes con problemas de adaptación
social.
General Terán originalmente se llamó Hacienda de Nuestra
Señora de la Soledad de la Mota y fue establecida por Carlos Cantú y Lorenzo
Pérez de León en 1746. Ya para 1795 contaba con la categoría de valle y lleva
el nombre en honor al ilustre militar e insurgente, el general Manuel Mier y
Terán. En la administración del entonces gobernador de Nuevo León Pedro
Zorrilla Martínez, recibió la categoría de ciudad el 31 de octubre de 1977.
General Terán está en la región oriente y citrícola de Nuevo León y tiene una
extensión territorial de dos mil 453 kilómetros.
Mina, lleva el nombre en honor al ilustre militar
insurgente que llegó a Soto La Marina junto con el padre Mier en 1817. Recibió
originalmente el nombre de San Francisco de Cañas, siendo su principal promotor
don Bernabé de las Casas, quien dejó como dote a su hija llamada María, cuando
se casó con Juan Alonso Lobo Guerrero. De igual forma, don Bernabé dejó a sus
hijos Bernabé y Marcos las tierras que actualmente son Icamole en García y la
antigua hacienda de San José de la Popa. Mina tiene una extensión territorial
de 3 mil 838 kilómetros.
Mina se considera, una veta inagotable de riqueza humana,
arqueológica y paleontológica. Ahí está la zona con mayor número de petro grabados
en Nuevo León que recibe el nombre de Boca de Potrerillos. En su suelo también
está Espinazo, en donde el Niño Fidencio comenzó a curar en la década de los
años 20 en el siglo XX. En los Guerra se pueden apreciar ejemplos de rica y
variada arquitectura tradicional norestense y también sobresale el casco viejo
de la antigua hacienda de San Antonio del Muerto, establecida a mediados del
siglo XIX por Juan José Villarreal y que era el punto obligado que comunicaba
al Valle de las Salinas con Icamole y con el camino a Monclova.
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