Antonio Guerrero Aguilar, Cronista de la Ciudad de
Santa Catarina
El 16 de julio es el día de nuestra señora de El Carmen.
Este nombre es un derivado de Carmelo, un monte situado en la población
marítima de Haifa en el norte de Israel, cerca de Galilea. En hebreo significa
jardín y en latín poesía. En el llamado Monte Carmelo, el profeta Elías eligió
seguir al Dios de Israel. Ahí también los paganos tenían un altar dedicado al
dios Baal. Por eso Elías retó a los seguidores de Baal para que le ofrendaran
un sacrificio en su honor e hiciera llover en la región, pues ya tenían tres años
de sequía. En cambio cuando Elías y su grupo de seguidores sacrificaron un
novillo, cayó fuego sobre el altar y se oyeron grandes truenos que hicieron
caer la lluvia. Profetas como Elías y Eliseo predicaron en el Monte Carmelo;
desde ahí rindieron culto al Dios Yahvé. Un lugar místico al que acudieron muchos
ermitaños se retiraban a las cuevas de la montaña para seguir una vida de
oración, penitencia y austeridad.
Durante las cruzadas en el siglo XII, unos devotos
de la virgen María procedentes de Italia, decidieron instalarse en el valle y
eligieron a la madre de Jesús como protectora. Construyeron la primera capilla
dedicada a la madre del hijo de Dios en el Monte Carmelo. Luego formaron una
comunidad en la que vivían imitando la vida de las primeras comunidades
cristianas, haciendo oración y penitencia. Más tarde surgieron las primeras
comunidades de religiosos llamados carmelitas. En el medioevo se pensaba que María
significaba “estrella del mar” y en
las oraciones continuamente se referían a la virgen como la flor del Carmelo.
En el siglo XVIII llegó su culto a España, en donde quedó como patrona de los
marinos y de las jovencitas en edad de contraer nupcias. Por ejemplo, en Cataluña
las muchachas le pedían en oración que les ayudara a conseguir esposo sin
importar que fuera rico o pobre con tal de que llegara pronto. El símbolo
carmelita es el escapulario; el cual representa una consagración a la virgen
María. Escapulario significa “vestido
sobrepuesto” y originalmente lo usaban los religiosos para trabajar la tierra.
Según la tradición, la virgen María se lo entregó a San Simón Stock, el general
de la Orden de los Carmelitas, un 16 de julio de 1251, con la promesa de quien
lo use no sufrirá el fuego eterno. Ella intercede por las ánimas del purgatorio, es la patrona de los marineros y de las mujeres embarazadas.
En Monterrey hay dos templos dedicados en su honor.
Uno de ellos en la antigua comunidad agrícola que después de convirtió en
congregación y ahora es la colonia Urdiales. Comenzó a construirse en 1876 y
fue concluido en 1896. El otro está ubicado en la antigua comunidad de San
Jerónimo, cuyo templo comenzó a construirse cuando el entonces Arzobispo de
Monterrey, Alfonso Espino y Silva
bendijo y colocó la primera piedra el 23 de julio de 1953 y que fue concluido
el 21 de septiembre de 1965. Anteriormente ahí había un antiguo templo cuya hechura lo comenzó J.M. Treviño Garza el 2 de enero
de 1901. La primera piedra fue colocada e instalada el 24 de enero de 1901 por el
sacerdote M. P. Viramontes.
Hay un municipio de Nuevo León que se llama El
Carmen. Se dice que el nombre procede de una bella joven del siglo XIX llamada
Carmen Arredondo, hija natural del último gobernador y comandante militar del
Nuevo Reino de León, el general Joaquín de Arredondo y Mioño. Ella se casó el 7
de enero de 1836 con el doctor José Eleuterio González, mejor conocido como
Gonzalitos, el benemérito e ilustre varón dedicado a la ciencia, a la medicina
y a la política.
Carmen también fue cortejada por Carlos Margain
quien laboraba para el Lic. Juan Nepomuceno de la Garza Evia como amanuense.
Éste les decía tanto a Gonzalitos como a Margain que desistieran, pues veía que
esa muchacha en realidad quería casarse con un general. También los presbíteros
allegados a Gonzalitos cuando supieron de sus intenciones amorosas, le decían
que no se casara con Carmen pues no le convenía. Y en efecto, tres años después, una mujer a
la que apodaban la “Barragana” llevó
a Carmen Arredondo con el general Mariano Arista, destacado militar que tuvo a
su cargo la comandancia militar de la frontera y que luego llegó a la presidencia
de la república en 1851. Dicen que la llamada “Puerta Mariana” del palacio nacional,
era el sitio por donde entraba a escondidas la compañera sentimental del
entonces presidente. Carmen fue abandonada
por Arista en la ciudad de México, en donde falleció en 1886 a los 62 años de
su vida. Ella le
escribió a Gonzalitos intentando regresar con él, pero él jamás intentó una
reconciliación con el que fuera el amor de su vida y a la que consideró la
mayor amargura de su existencia.
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