Antonio Guerrero Aguilar/ Cronista Municipal de Santa
Catarina
Siendo gobernador del estado el general Bonifacio Salinas
Leal, invitaron a un grupo de expertos en la heráldica; notables intelectuales e historiadores para
crear un emblema que nos representara a Nuevo León. Ellos fueron Santiago Roel
Melo, Carlos Pérez- Maldonado, José P. Saldaña y Héctor González. Después de
muchos estudios, aportes y discusiones, pensaron en un escudo en donde quedaron
representados la fortaleza, laboriosidad, el progreso, la bondad y el
reconocimiento a los protagonistas de la historia estatal.
El 26 de mayo de 1943 quedó listo y lo entregaron al
gobernador quien quedó profundamente complacido con lo que vio. Mediante el
decreto no. 72 del 2 de junio de 1943, publicado en el Periódico Oficial No.
47, quedó establecido que al día siguiente todas las oficinas y asuntos
relacionados con nuestra entidad, debían promover el nuevo símbolo. Antes de
esa fecha, Nuevo León usó el escudo de Monterrey como su emblema
representativo. Dicen que lo simbólico nos une y lo diabólico es lo que nos
desune. Gracias a esos esfuerzos, los nuevoleoneses estamos unidos y
representados en éste grandioso signo de esfuerzo, trabajo, perseverancia,
ahorro, sacrificio, a la vez de honestidad, unión, alegría y orgullo de nuestra
memoria e identidad histórica.
El escudo de Nuevo León está cuartelado en forma de cruz
latina con escusón y bordura. El escusón trae en campo de plata (en heráldica
significa bondad) una cadena sable alrededor y banda del mismo color en honor a
don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, virrey de la Nueva España cuando se dio la
fundación de la ciudad la cual debe su nombre. En el blasón aparecen los
atributos que corresponden al título nobiliario de condado de Monterrey situado
en Galicia, España. La cadena significa también la unión de los neoleoneses. El
cuartel diestro superior trae en campo de oro (que significa riqueza, fe,
pureza y constancia) al cerro de la Silla.
Desde 1672 representa a Monterrey,
pero también es el símbolo por excelencia de Nuevo León. Sobre su cumbre, un
sol de gules indica prosperidad. Al frente un naranjo en fruto, representativo
de la riqueza agrícola de la zona citrícola de Nuevo León. Como fondo, las
cumbres del cerro de la Silla. Su nombre tiene que ver con la semejanza de una
silla de montar. Probablemente se le debe al poblador de origen portugués don
Alberto del Canto quien llegó a estas tierras en 1577. El cuartel siniestro
superior trae sobre fondo de plata el escudo del reino de León, España, de
donde el Estado tomó su nombre: un león rampante, de gules, coronado, lampasado
y armado de oro en campo de plata. El león significa vigilancia, autoridad,
magnanimidad y soberanía.
El 31 de mayo de 1579, el rey Felipe II de España
autorizó a Luis Carvajal y de la Cueva para establecer el Nuevo Reino de León,
la cual se hizo efectiva en el año de 1582 cuando arribaron cerca de 200
familias supuestamente de origen sefardita. El rey también le otorgó a Carvajal
el título de primer gobernador y capitán-general de esta nueva provincia al
norte de la Nueva España. La nueva provincia o reino de la Nueva España,
recibió su nombre en honor a la provincia española de León, antigua colonia
militar que los romanos llamaron “Legio
Septima Gemina”, una de las tres legiones que protegían el norte de la
península ibérica. En la Edad Media el nombre se acortó en Legión que luego
quedó en León. De esa manera, el león quedó como símbolo del reino, mismo que
aparece también como uno de los símbolos de Castilla y León. El nombre también
hace referencia totémica a las cualidades del león: fuerte, atrevido, rey de
los animales. Y para recordar ese origen, en el escudo oficial de Nuevo León
aparece precisamente el león rampante y coronado, majestuoso dispuesto a la
lucha y a la defensa. Nuevo León es el único estado mexicano que conserva su
nombre original.
En el cuartel diestro inferior trae sobre fondo de plata
y en colores naturales, está un templo para recordar al extinto templo de San
Andrés, representando la iniciación de la cultura en esta región. Este
monumento colonial, tal vez el más importante y antiguo pues fue comenzado en
1602, fue destruido por las tropas carrancistas al mando de Antonio I.
Villarreal en 1914. La construcción considerada como burda y tosca, dio
albergue a un convento franciscano y estaba situado exactamente en donde Ocampo
y Zaragoza se juntan. Además de ser convento, aquí se instaló la primera
escuela en Monterrey. Cada vez que había alguna incursión de los llamados
indios bárbaros, la gente buscaba refugio dentro de sus muros. En la entrada
principal había una viga con la siguiente inscripción: “SE HIZO ESTA IGLESIA EN 1752”. Dejó de ser templo para convertirlo
en cuartel durante la defensa de Monterrey en 1846.
El cuartel siniestro inferior del escudo de Nuevo León,
trae cinco chimeneas humeantes, correspondientes a la Fundidora de Fierro y
Acero de Monterrey que fue establecida en 1900; representan a la industria
nuevoleonesa como el principal factor de nuestro progreso. La bordura de azur
contiene distintas armas, todas en plata, representando la raza indígena y al
valor y la lucha que siempre han enfrentado los nuevoleoneses a lo largo de la
historia. Arriba van tres abejas doradas de cada lado, que en heráldica
significan laboriosidad, característica del nuevoleonés y abajo el nombre del
Estado. En recuerdo a los primeros conquistadores y colonizadores del Nuevo
Reino de León, se colocó sobre el escudo un yelmo de plata, bruñido, terciado y
con cinco rejillas, que corresponden a los antiguos hidalgos que desempeñaron
cargos militares de importancia. Por último, y para dejar fijada la tendencia
siempre progresista y la constante aspiración de mejoramiento que tantos
arraigos tiene en el nuevoleonés, se colocó como divisa una cinta al pie del
escudo con los colores nacionales y la frase en latín "Semper Ascendens" (siempre ascendiendo) en letra de
sable, manuscrita del siglo XVI.
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