sábado, 27 de junio de 2015

A cien años de la muerte de don Porfirio (2)

Antonio Guerrero Aguilar/ Cronista Municipal de Santa Catarina

¿Y cómo fue la infancia del caudillo? Como en todos los tiempos, hubo periodos de bonanza y de momentos difíciles. En 1833 la epidemia de cólera morbus dejó graves secuelas en la ciudad de Oaxaca, dejando enfermo a don José Faustino, por lo que doña Petrona debió hacerse cargo de los deberes familiares. Porfirio Díaz la recuerda: “Su buen juicio y sus deberes de madre le proporcionaron la manera de prolongar por mucho tiempo aquellos escasos recursos". Mientras las hermanas Manuela, Desideria y Nicolasa Díaz se dedicaron a tejer, a realizar costuras, cocinar buenos postres y alimentos para vender  y mantener un sustento económico en la familia. La matriarca también sembró nopales para la producción y venta de la grana cochinilla y criaban cerdos en uno de los patios del solar del Toronjo. El joven Porfirio ingresó en 1835 a una escuela parroquial, donde aprendió a leer y escribir. Díaz fue travieso e inquieto de joven, una vez le jugó una broma a su hermano Félix; le puso pólvora en la nariz mientras dormía y le prendió fuego hasta causarle daños. Debido a ese accidente le viene el apodo del “Chato" a Félix Díaz. El padrino de Porfirio se llamaba José Agustín Domínguez y Díaz, un sacerdote que llegó a ser obispo de Antequera-Oaxaca. El influyó ante doña Petrona para que Porfirio  se inscribiera en el Seminario Tridentino de Oaxaca en 1843. Ahí estudió artes y humanidades. Durante la intervención norteamericana en México, Díaz dejó el seminario para seguir la carrera de las armas en la cual obtuvo al poco tiempo sonados y reconocidos triunfos a lo largo de su vida como las revoluciones de Ayutla y la Reforma. Luchó al lado de los grandes liberales de su tiempo y fue pieza fundamental para el triunfo de la república sobre el Imperio. Por su arrojo, valentía y pericia, quedó cerca del poder y como buen militar metido a político buscó participar en ella; solo que había un obstáculo: su paisano Benito Juárez García.


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Santa Catarina, Nuevo León, Mexico